EL PSOE MASACRA A LA UNIVERSIDAD
El PSOE masacra a la universidad
Ustedes son testigos de que, desde esta tribuna que me brinda el Minuto Digital he dado palos y loas a diestro y siniestro. Sin haber realizado una estadística, creo que la proporción de garrotazos que le he arreado al PP supera con creces a los dados al PSOE, y que en las alabanzas, la posición ha sido la inversa.
Puede que en esta postura me moviera algo que impulsa mis actuaciones en lo público y en lo privado: el afán de Justicia Social. Es cierto que los logros alcanzados con unos y con otros no pasan de ser miserables, pero mientras el PSOE mantiene, al menos de boquilla, esa aspiración, en el PP el panorama es terrible, no solo no saben lo que es, ni lo han sabido, sino que reniegan de ella en pro de un liberalismo que me repugna, dejándome claro que es un equipo donde jamás podría jugar un solo minuto.
Lamentablemente, he vivido hace pocos días unos sucesos que han provocado que se derrumbaran los escasos palos del sombrajo que me quedaban en pie, haciéndome concluir definitivamente que el PSOE puede ser definido, siendo generoso, como un artificio del Maligno.
Y aun sin ponerme exquisito, sin subirme a los altares laicos de luchador por la defensa social, desde el egoísta punto de vista de mi ombligo, mis pareceres no crean que son mucho más generosos. Esto es, siendo un trabajador público, uno confiaba en que al menos en lo personal no me hubiera ido tan mal con el PSOE. Que el “partido de los trabajadores” nos diera el cariño que el PP nos ha negado y regateado durante tanto tiempo. Soy, ya lo ven, más inocente que un pirulí.
Permitan que les ponga en antecedentes: el problema en el que me encuentro, junto con otros once mil profesores del cuerpo de Titulares de Escuela Universitaria (TEU), deriva de sufrir como se reforma una ley, la LOU (Ley Orgánica de Universidades) donde se nos declara como cuerpo a extinguir, elegante eufemismo que encubre el verdadero verbo: en realidad somos un cuerpo a exterminar.
Ante un evidente ataque a nuestros derechos, nos unimos en plataforma y planteamos una serie de reivindicaciones, de entre las que destacábamos algo que pensábamos era cristalino como el agua: dado que nuestro cuerpo desaparece y así engulle buena parte de nuestros derechos, y que en la única diferencia con el que si sobrevive (Titulares de Universidad) es estar en posesión del título de doctor, basándonos en precedentes dados en otras reformas legislativas, donde en situaciones de igual tenor el legislador ha actuado –sea cual sea el color del legislador- de la manera que apuntamos, pedimos que miembros de ese cuerpo que fueran doctores y también aquellos que fueran consiguiendo el título, fueran transformados automáticamente para preservar sus derechos. Hablamos en la actualidad de un porcentaje que bordea el 25% de los TEU´s, incluido yo mismo.
Hay que tener en cuenta que en muchos casos, el optar a una oposición de un tipo u otro, se debió a meras situaciones estructurales de cada una de las universidades, desempeñando en la práctica totalidad de los casos idénticas funciones: es decir, en el día a día, no hay ninguna diferencia. Sólo en la norma burocrática que, ahora sobre todo, nos penaliza gravemente.
Pues bien… contactados los distintos grupos políticos conseguimos que “vieran la luz” y nos dieran la razón. Todo iba miel sobre hojuelas después de vadear algún problema (gentes mal pensadas, Dios me libre de ser una de ellas, decían que como la masa gris de la reforma era Gregorio Peces Barba, y en su universidad no hay personas con esa problemática, simplemente se prescindió de nosotros). Parecía que ya lo teníamos en casa. Parecía, hasta que el PP también se sumó. Algún compañero se puso en exceso optimista… yo vislumbré lo que se venía encima: el PSOE no se regiría por la lógica y el bien común, sino por el enfrentamiento al PP.
Y así, este partido “amigo de los trabajadores” se puso cerrilmente en contra, arrastrando a los también harto democráticos IU, ERC… en una reedición diaria del aislamiento al PP. PP al que, todo hay que decirlo, pienso que les importamos una higa, y para el que solo somos una chinita a poner en el zapato del PSOE: sabe que estamos dispuestos a ir a la huelga y a explicar bien claro como es ese “partido de los trabajadores”.
Y eso… el que se movilice. Lo que en realidad va a pasar es que en muchos casos el rendimiento baje tremendamente. Trabajar desencantado en una plaza con limitado crecimiento y donde se nos castiga con una discriminación nada merecida provocará, y espero equivocarme, el hundimiento de la calidad de la universidad española, sustentada hoy por hoy en una mayoría de TEU´s. El PSOE, acaba de cargarse la calidad de la enseñanza universitaria pública. Toma adelanto, toma progresía y toma talante.
Así pues, cercados entre dos fuegos que nos son ajenos (o debería sérnoslo al menos a priori, dadas las características que deberían regir esos modernos templos de Palas Atenea que son las universidades), nos vemos, encima, ninguneados por la prensa, de Polanco a Pedro Jota,… y por que no decirlo, por todo lo que se menea. No sería así si en lugar de ser educados profesores fuéramos aguerridos mineros que quemaran contenedores. Quizá sea eso lo que se espere de nosotros ahora desde las alturas, el masoquismo nunca he podido interpretarlo correctamente.
Obviamente, cuando desde dentro de la plataforma de TEU´s se ha tenido conocimiento de que el grupo parlamentario del PSOE realizó enormes presiones con el objeto de romper el gran pacto parlamentario que se había alcanzado para la resolución de la problemática de los profesores TEU, y que pasaba por la transformación a TU de todos aquellos TEUs que fueran o alcanzasen el grado de doctor, y visto que se nos obliga a pasar por caminos extraños (como acreditarnos, al igual que quien viene de la calle y no tiene ya a sus espaldas una larga carrera docente) o exigirnos un sexenio (esto es una medida de la investigación que, según el ministerio, solo tienen el 75% de los catedráticos de universidad, escala dos veces por encima de la nuestra actual y una por encima de la de Titulares de Universidad, a la que aspiramos pertenecer), ciertamente solo el desánimo puede invadirnos. No creo que veamos a un solo TEU votando al PSOE en las próximas elecciones, excepto a quien desee lamer el puño que, con rosa o sin ella, nos machaca. Si creo que vamos a ver extendido en las ágoras un odio más africano que un baobab hacia ese legislador veleta. Algo que se hará patente sobre todo el próximo día 14, cuando finalmente esta reforma pasará por esa máquina de asentir que es el congreso (y disculpen que lo escriba con minúsculas, no tengo humor para darle honor).
Al menos, es bueno que se vayan destapando caretas y que todos sepamos con quien hemos estado jugando.
El Rector Vago.
Puede que en esta postura me moviera algo que impulsa mis actuaciones en lo público y en lo privado: el afán de Justicia Social. Es cierto que los logros alcanzados con unos y con otros no pasan de ser miserables, pero mientras el PSOE mantiene, al menos de boquilla, esa aspiración, en el PP el panorama es terrible, no solo no saben lo que es, ni lo han sabido, sino que reniegan de ella en pro de un liberalismo que me repugna, dejándome claro que es un equipo donde jamás podría jugar un solo minuto.
Lamentablemente, he vivido hace pocos días unos sucesos que han provocado que se derrumbaran los escasos palos del sombrajo que me quedaban en pie, haciéndome concluir definitivamente que el PSOE puede ser definido, siendo generoso, como un artificio del Maligno.
Y aun sin ponerme exquisito, sin subirme a los altares laicos de luchador por la defensa social, desde el egoísta punto de vista de mi ombligo, mis pareceres no crean que son mucho más generosos. Esto es, siendo un trabajador público, uno confiaba en que al menos en lo personal no me hubiera ido tan mal con el PSOE. Que el “partido de los trabajadores” nos diera el cariño que el PP nos ha negado y regateado durante tanto tiempo. Soy, ya lo ven, más inocente que un pirulí.
Permitan que les ponga en antecedentes: el problema en el que me encuentro, junto con otros once mil profesores del cuerpo de Titulares de Escuela Universitaria (TEU), deriva de sufrir como se reforma una ley, la LOU (Ley Orgánica de Universidades) donde se nos declara como cuerpo a extinguir, elegante eufemismo que encubre el verdadero verbo: en realidad somos un cuerpo a exterminar.
Ante un evidente ataque a nuestros derechos, nos unimos en plataforma y planteamos una serie de reivindicaciones, de entre las que destacábamos algo que pensábamos era cristalino como el agua: dado que nuestro cuerpo desaparece y así engulle buena parte de nuestros derechos, y que en la única diferencia con el que si sobrevive (Titulares de Universidad) es estar en posesión del título de doctor, basándonos en precedentes dados en otras reformas legislativas, donde en situaciones de igual tenor el legislador ha actuado –sea cual sea el color del legislador- de la manera que apuntamos, pedimos que miembros de ese cuerpo que fueran doctores y también aquellos que fueran consiguiendo el título, fueran transformados automáticamente para preservar sus derechos. Hablamos en la actualidad de un porcentaje que bordea el 25% de los TEU´s, incluido yo mismo.
Hay que tener en cuenta que en muchos casos, el optar a una oposición de un tipo u otro, se debió a meras situaciones estructurales de cada una de las universidades, desempeñando en la práctica totalidad de los casos idénticas funciones: es decir, en el día a día, no hay ninguna diferencia. Sólo en la norma burocrática que, ahora sobre todo, nos penaliza gravemente.
Pues bien… contactados los distintos grupos políticos conseguimos que “vieran la luz” y nos dieran la razón. Todo iba miel sobre hojuelas después de vadear algún problema (gentes mal pensadas, Dios me libre de ser una de ellas, decían que como la masa gris de la reforma era Gregorio Peces Barba, y en su universidad no hay personas con esa problemática, simplemente se prescindió de nosotros). Parecía que ya lo teníamos en casa. Parecía, hasta que el PP también se sumó. Algún compañero se puso en exceso optimista… yo vislumbré lo que se venía encima: el PSOE no se regiría por la lógica y el bien común, sino por el enfrentamiento al PP.
Y así, este partido “amigo de los trabajadores” se puso cerrilmente en contra, arrastrando a los también harto democráticos IU, ERC… en una reedición diaria del aislamiento al PP. PP al que, todo hay que decirlo, pienso que les importamos una higa, y para el que solo somos una chinita a poner en el zapato del PSOE: sabe que estamos dispuestos a ir a la huelga y a explicar bien claro como es ese “partido de los trabajadores”.
Y eso… el que se movilice. Lo que en realidad va a pasar es que en muchos casos el rendimiento baje tremendamente. Trabajar desencantado en una plaza con limitado crecimiento y donde se nos castiga con una discriminación nada merecida provocará, y espero equivocarme, el hundimiento de la calidad de la universidad española, sustentada hoy por hoy en una mayoría de TEU´s. El PSOE, acaba de cargarse la calidad de la enseñanza universitaria pública. Toma adelanto, toma progresía y toma talante.
Así pues, cercados entre dos fuegos que nos son ajenos (o debería sérnoslo al menos a priori, dadas las características que deberían regir esos modernos templos de Palas Atenea que son las universidades), nos vemos, encima, ninguneados por la prensa, de Polanco a Pedro Jota,… y por que no decirlo, por todo lo que se menea. No sería así si en lugar de ser educados profesores fuéramos aguerridos mineros que quemaran contenedores. Quizá sea eso lo que se espere de nosotros ahora desde las alturas, el masoquismo nunca he podido interpretarlo correctamente.
Obviamente, cuando desde dentro de la plataforma de TEU´s se ha tenido conocimiento de que el grupo parlamentario del PSOE realizó enormes presiones con el objeto de romper el gran pacto parlamentario que se había alcanzado para la resolución de la problemática de los profesores TEU, y que pasaba por la transformación a TU de todos aquellos TEUs que fueran o alcanzasen el grado de doctor, y visto que se nos obliga a pasar por caminos extraños (como acreditarnos, al igual que quien viene de la calle y no tiene ya a sus espaldas una larga carrera docente) o exigirnos un sexenio (esto es una medida de la investigación que, según el ministerio, solo tienen el 75% de los catedráticos de universidad, escala dos veces por encima de la nuestra actual y una por encima de la de Titulares de Universidad, a la que aspiramos pertenecer), ciertamente solo el desánimo puede invadirnos. No creo que veamos a un solo TEU votando al PSOE en las próximas elecciones, excepto a quien desee lamer el puño que, con rosa o sin ella, nos machaca. Si creo que vamos a ver extendido en las ágoras un odio más africano que un baobab hacia ese legislador veleta. Algo que se hará patente sobre todo el próximo día 14, cuando finalmente esta reforma pasará por esa máquina de asentir que es el congreso (y disculpen que lo escriba con minúsculas, no tengo humor para darle honor).
Al menos, es bueno que se vayan destapando caretas y que todos sepamos con quien hemos estado jugando.
El Rector Vago.
posted by Miguel P @ 1:00 p. m.
0 comments
