sábado, diciembre 23, 2006

DESOREJADO DIARIO MENORCA-BOSCH

DESOREJADO DIARIO MENORCA.

Impresiona ver cómo un diario del clero católico no sólo es contrario a lo universal y tira por el camino angosto del separatismo, sino que se permite en vísperas de la Noche Buena, publicar el necesario Palo a Franco, por boca de su intelectual orgánico Pedro J. Bosch, con su exquisita técnica sucia que consiste en poner la venda antes del chichón: la muerte, dice, ha de ser una tregua (¡tregua, eh!) y, acto seguido, les arrima palos clásicos a Pinochet, Franco y otros, mientras absuelve inapelablemente al bueno de Allende.

Baste decir que el Diario Menorca jamás dejaría decir lo contrario de lo que dice su orgánico o compost Bosch. De hecho, jamás tiene vergüenza de meter la tijera en beneficio de su grupo de intereses y de practicar censuras duras y necias contra quienes no se enfangan en el “nauseabundo” tópico propicio a los mandiles.

El sumo Bosch, grande perjuicio de la lógica aristotélica enamorado de la confusión, es hombrecillo que ha capturado ideas de otros, las ha guardado en bolsa de piel de masón y las dispara contra el pueblo para que la modernidad se convierta en doctrina vergonzante, que es lo que consigue.

Su mundo es en sí una doctrina al margen de la realidad, cargada con descomunales dogmas, siempre de acuerdo con las tendencias del mercado de la moda intelectual. No habrá reparado que, en la cosa del intelecto y la neurona, la moda significa consigna y que no parece serio hacer hoy la oposición a 1939, dando por buena la memoria basada en los carteles triunfalistas del bando rojo y democrático incubado con un Stalin clueco.

El hombre, que parece resabiado, abunda en el palo a Franco, en el incienso a la normalidad de la mariconería y en la negación de la Patria que, en pirueta necia pero interesada, convierte –cada día- en asunto particular: de la idea habitual de ser todos la Patria, salta a la percención de que uno es su Patria, y en una época de su vida: la infancia.

Ungido por él mismo como intelectual, para aprovechar la calva sin duda, pontifica a la inversa: deshace puentes tendidos para la comprensión del mundo y los substituye por viejas necedades obsesivas y por doctrina confusa y variable. Es difícil encontrar a alguien tan en desacuerdo con la verdad y tan de acuerdo con el tópico: un intelectual de carril, cuernicorto, hipócrita, manipulador, oportunista, seguidor de la zapa con mandil y, sobre todo, creído.

Después de una reciente apoteosis de la mariconería, donde descalificó libros y teorías ni siquiera leídos, en beneficio del desorden mental, la emprende el 23 de Diciembre con el argumento de Pinochet a riesgo de pasar por desinformado. O sea, negó la retratada evidencia del golpe marxista de Allende el suicida, con Chile lleno ya de milicias armadas, de agitadores castristas y europeos. Desde ahí le es fácil deslizarse hasta su fantasma particular, Franco, y ponerse a argumentar en el vacío de los sueños, “como si hubiéramos soñado los trenes de la muerte”. El tipo Bosch no da para sueños, pero lo que él ha visto son películas que no sabe distinguir de la realidad, dramatizaciones interesadas y nada sabe, por ejemplo, de los millones de alemanes de la Prusia Oriental, obligados por los comunistas polacos a cruzar Polonia sin alimentos ni ropas ni zapatos en muchos casos: un silenciado holocausto de cuatro millones de seres sacrificados en una venganza muy estalinista, si no se olvida que Stalin era el jefe de la masonería rusa.

Un pobre necio furioso que sonríe, decidido a ser cabeza de ratón. Ratón soberbio y vanidoso. La envidia calva de labios siempre mojados, con demasiadas amargas sombras dentro; enemigo de la luz y de la paz; viejo antinavideño amparado por extraño obispado y decidido a descreernos a todos.

Aprende euskara: quemarás mejor.

Lo que dice el Sr. Bosch en el católico Diario Menorca, de un Hijo Predilecto de la Iglesia.

15-XII-06 (P.J.Bosch. Diario Menorca, Pág. 3)

Notas pendientes:

One.- Sigo sin entender esos jolgorios por la muerte de alguien, quien sea. Esos obscenos descorches de botellas por Franco, PinochetŠ la que se va a montar en Miami cuando la Parca se lleve a Fidel. Se trate de quien se trate, nos merezca o no la peor de las opiniones, creo que ese momento, que todos tendremos que afrontar, siempre merece una tregua.

Two.- En esta época carnavalesca que nos ha tocado vivir, me sigue sorprendiendo la magnitud de la mascarada. Acabo de escuchar, atónito, que el auténtico golpe de Estado en Chile no lo dio Pinochet sino Allende, un genuino golpe marxista-leninista. El general no hizo sino arreglar el desaguisado.

No hace tanto escuchaba a uno de esos neo-historiadores de moda, en este caso el tal Pío Moa, una teoría similar referida al origen de nuestra guerra civil, según la cual el golpe golpe, lo que se dice el golpe en realidad lo dieron los rojos dos años antes en Asturias y entonces, claro, don Francisco no tuvo más remedio que intervenir dos años después para sentar las bases de la democracia futura (tal cual, no exagero lo más mínimo).

Mientras tanto, siguen coleando los negacionistas del Holocausto judío, como si hubiéramos soñado los trenes de la muerte, los hornos crematorios y la gestapo, o como decía el genial Quequé en Noche Hache, no sé cómo se nos ha podido olvidar la terrible invasión de Alemania perpetrada por los polacos. ¿Habremos soñado también que aquí hubo un régimen posbélico que duró cerca de cuarenta años y en el cual se encarcelaba, torturaba y ejecutaba por ideas políticas? ¿O se trató en realidad de un apacible anterior régimen que sólo tenía unos matices diferentes del actual?


El Sumo Bosch está de tal modo protegido por el periódico que cualquier crítica que se le haga suele ser censurada. Y, aún en el caso de que se edite, no se cuelga en la edición de Internet, o sea, no se avienta, como es el caso de este artículo en que un doctor advierte al interesado que está anticuado. O, como diría el interesado, “obsoleto”. En breve llamará a su crítico “debelador” de la homosexualidad. ¿Qué es eso de seguir pensando que la Homo es una enfermedad? ¿Cómo se puede ser tan realista en pleno 2007?

Este artículo fue impreso pero no incluido en la edición digital a través de Internet ni guardado en los archivos para su consulta posterior. O sea, la conocida rectitud informativa del clerical –separatista Diario Menorca.

LA CUESTIÓN HOMOSEXUAL, POR ALUSIONES.

JOKIN DE IRALA
doctor en Medicina y doctor en Salud Pública

Leo con interés la respuesta de D. Pedro J. Bosch a unos comentarios publicados por D. Carlos Salord respecto a mi libro "Comprendiendo la Homosexualidad" (diario "Menorca", 16 de diciembre). Como es habitual entre quienes defienden que es indiferente ser homosexual u heterosexual, su artículo está lleno de comentarios aparentemente democráticos y tolerantes aunque en el fondo tienen una finalidad sectaria.

En primer lugar, parece que no ha leído mi libro porque hace afirmaciones equivocadas que contradigo con datos científicos. Además, utiliza la táctica habitual de citar la "militancia religiosa" de aquel a quien quiere criticar, como si esto fuese prueba de que todo lo que diga u opine un creyente fuera de entrada sesgado e incorrecto y deba ser rechazado. Con bastante ironía e indirectas insinúa que somos personas que pretendemos "aparentar" ser comprensivos, sensibles, tolerantes. Nos "agradece" por evitar términos como "vicio" o "defecto" y a la vez utiliza términos como "gueto de la injuria y la marginación" como si en algún momento pensásemos que son actitudes aceptables ante la homosexualidad. De manera intolerante nos llama homófobos simplemente porque no estamos de acuerdo con lo que el activismo homosexual quiere. Finalmente, nos quiere llevar al terreno emocional utilizando citas y versos pero se olvida que también nosotros queremos de verdad a personas homosexuales. Pero los sentimientos no deben oscurecer los datos científicos. Las personas homosexuales deben ser acogidas con respeto y delicadeza. Es preciso evitar, respecto a ellos, todo signo de discriminación; en esto, afortunadamente muchos estamos de acuerdo. Pero debería ser compatible con permitir que los científicos podamos discrepar en temas científicos. Ante todo esto, remito al lector a mi libro.

Sobre sus dudas respecto al homosexualismo político, sorprende que no parezca extrañarle que las personas homosexuales o sus mensajes estén presentes de manera tan desproporcionada en la radio, en la política, en películas como "Love actually", en los dibujos animados como Los Simpson o Shreck II, en programas de televisión, teleseries, "reality shows" e, incluso, en el espacio infantil "Los Lunnis", en un intento de inculcar a los niños la opinión oficial del gobierno y de los colectivos de gays y lesbianas. Le recuerdo que en los años 70 algunos colectivos de gays y lesbianas contrataron a los mejores especialistas en marketing de prestigiosas universidades americanas, para que les organizaran una campaña de propaganda mundial con el objetivo de "normalizar" la homosexualidad. Como consecuencia de presiones, amenazas y actos violentos sin precedentes de algunos activistas homosexuales, la Asociación de Psiquiatras Americanos (APA) acabó eliminando la homosexualidad del manual de clasificación de enfermedades: votaron solamente el 25% de los miembros de la APA y esta minoría decidió por votación simple que la homosexualidad debía considerarse "normal". No fue fruto de un debate y análisis científico sereno ni serio y no hay ningún precedente similar en la medicina. Se intenta hacer todo lo posible para que nadie conozca estos hechos y se insulta de homofobia a quien discrepe.

D. Pedro J. Bosch utiliza en varias ocasiones la palabra "evidencia científica" pero, como especialista en salud pública, debo recordarle que la evidencia científica se demuestra con hechos y estudios y no con afirmaciones. A estas alturas de siglo, citar al informe Kinsey es desconocer que dicho estudio es inválido, sesgado y poco representativo y que no aguantaría hoy ningún examen de revisión por especialistas en metodología científica. Mal que pese a algunos, hoy no hay ninguna evidencia científica válida a favor de las teorías genéticas de la homosexualidad de Le Vay, Bailey o Hamer ni de que la homosexualidad sea innata.

Muchos científicos entienden que hay evidencias abrumadoras para clasificar la homosexualidad como un "desarrollo alterado de la identidad sexual" y ofrecen ayuda a los homosexuales que así lo desean. Son médicos y terapeutas y no nos debe sorprender su disponibilidad para ayudar a quien libremente lo solicita. Sus logros se están presentando en congresos médicos. Prueba de ello es que hay asociaciones de exhomosexuales que cuentan sus experiencias biográficas y las dificultades y coacciones que han sufrido desde algunos movimientos de gays y lesbianas por querer ejercer este derecho. Quieren que otras personas homosexuales sepan que el cambio es posible a pesar de la intolerancia de quienes niegan esta realidad (http://www.peoplecanchange. com/).

Negar que hay personas homosexuales que se sienten bien con su homosexualidad y que no perciben la necesidad de ayuda sería absurdo. Pero parece increíble que uno no pueda informar que muchos homosexuales, y sus seres queridos, quieren comprender la naturaleza de su orientación sexual; quieren modificarla y piden, para ello, que se les ayude. Aunque a D. Pedro no le guste, muchos lo consiguen y no son menos dignos que las personas homosexuales que no perciben la necesidad de ayuda.
Por supuesto que hay personas homosexuales genios de las artes y de las ciencias como los hay ateos, cristianos, judíos, musulmanes y heterosexuales pero esto no es prueba de la normalidad de la homosexualidad. Los diabéticos también pueden ser genios y no por ello dejan de tener una diabetes.

Por último, D. Pedro Bosch, revise usted sus "anales de la psicología" porque Spitzer, quien inicialmente trabajó para eliminar la homosexualidad del manual de clasificación de enfermedades, ahora ha cambiado de criterio y trabaja en la asociación NARTH de especialistas y terapeutas en homosexualidad. Ha publicado sus resultados en la revista médica Archives of Sexual Behavior en 2003, demostrando que la posibilidad de cambio de orientación sexual es un hecho.

Trapisonda: Votemos para saber si el Sida es o no una enfermedad.

martes, diciembre 19, 2006

SIN DOLOR. CON BELÉN.


Las manifestaciones internas o externas de la fe suelen servir, además, para regular las angustias, el estrés y los dolores. La fe puede llegar a convertirse en un piloto automático que nos vaya salvando de las muchas miserias que nos llegan durante la vida o nos ayude a soportarlas mejor.

Por eso la fe también es un arma terapéutica que trae el alivio de mucho y es de agradecer que una asociación como SINE DOLORE, y la CLÍNICA DEL DOLOR se porten como solían las clínicas y los hospitales de hace 50 ó 60 años y celebre la Navidad con un Belén bendecido que lleve al espíritu a contemplaciones más importantes que nuestras propias calamidades.

Dirección del Belén Sine Dolore:
Calle Doctor Camps 32 b
07703 MAHÓN

Horario visita: DIARIAMENTE DE 18.30h a 20.30h